22 junio 2004

Orientaciones

Esta mañana me he dado cuenta. Mi sentido de la orientación urbana es paupérrimo. Peor que eso, es totalmente inexistente. Iba con mi hermano en su coche buscando un ambulatorio perdido en el fin del mundo para radiografiar mi cuerpo serrano y pertrechado en el asiento del acompañante con el correspondiente callejero sacado de Internet. Como siempre pasa en estos casos, el no saber se convierte en un problema. Si no llega a ser por mi hermano no llegamos, y eso que conducía él.



Y es que aquellos barros traen estos lodos. El no sacarme el carnet de conducir a su tiempo ha hecho que mi experiencia dentro de los automóviles sea mayoritariamente pasiva, es decir, no me preocupaba de como se llegaba a los sitios, el que conduce sabe. Yo me limito a darle conversación. Así me luce el pelo. Me temo que cuando me saqué el carnet (el 28 tengo una oportunidad) antes de ir a los sitios tendré que desarrollar un completo dossier compuesto por n mapas, con n tendiendo a infinito ...