Madrugones sabatinos

Levantarse un sábado a las 7:00 AM no es muy normal. Pero yo tampoco lo soy, así que me levanto. Sí, hay un motivo, tomarme una pastillita, pero en vez de volver a la cama, me quedo deambulando por una casa en silencio donde todos duermen. Desayuno un cafe y dos tostadas. Enciendo la tele de la cocina y solo hay telediarios enlatados, dibujos anímados y videntes. Apago la tele. Me pongo a leer un rato a Saramago pero me aburro y cierro el libro. Enciendo la radio para aprender un poco de inglés pero no le presto toda la atención que debería. Se me están acabando las ideas para gastar esas dos horas hasta que despierte el día. Bueno, siempre quedan las teclas. Y aquí seguimos, poniendome un poco al día, que ultimamente os tengo muy olvidados :-)