28 abril 2005

Ponga un famoso en su vida

Trabajar en la zona centro de la gran urbe es lo que tiene, que te encuentras sin comerlo ni beberlo con famosos, famosetes y famosillos varios.

Me siento a comer en un restaurante (todavía no he hecho amig@s) y cuando voy casi por los postres al lado mío se sienta un señor en vaqueros y camisa, también solo. Lo miro, y era él, el inimitable Leonardo Dantés. Que bestia de la naturaleza. Hubiese quedado muy freak que yo, con el traje de las bodas, le pidiera a LD un autógrafo. A puntito estuve oiga, pero en el último momento solo me salio un "¿Como lo llevamos Leonardo? ... Bien, bien, tirandillo vamos". Antes de irme, unos niños se estaban descojonando de él en su cara. Casi me lio a mandobles.



Justo cuando salía del local, al doblar la esquina, me encontré con Fernando Tejero, que sacaba a pasear a su perrito, un chucho blanco y pequeñito. A este no le saludé, se le veía demasiado serio.

Y ahora que recuerdo, anteayer me encontré a Kiko el de Gran Hermano en un coche negro que no recuerdo marca. A este casi que tampoco le pido autógrafo. Me cae un poco gordo.