01 mayo 2006

La apatía del anfitrión

En estos días me he dado cuenta de que no soy tan buen anfitrión como creía (o que no tengo tanta paciencia como pensaba). Tener un invitado en casa más de una semana me pone bastante nervioso, sobre todo si el invitado no se comporta como tal. Sí, es familiar directo de la Sra. Bedel, pero me crispa un poco que quiera meterse en el día a día de la casa, cuando su estatus de invitado le quita toda responsabilidad en ese sentido. Se que lo hace para ayudar y para, de alguna manera, justificar su estancia haciendo algo útil, pero me gusta controlar mi casa a mí, no que el invitado marque el ritmo. Para la próxima, pondremos unas reglas en la pared como SuperNany, a ver si nos ponemos todos de acuerdo :-)