La mañana después

Ayer vinieron unos amigos a casa a celebrar mi cumpleaños. Fue una noche agradable con alguna que otra noticia sorpresa y muchas risas. Me regalarón regalaron una manta de Zarahome, a la que le daremos mucho uso la Sra. Bedel y yo en las frias tardes invernales, y a cambio nosotros ofrecimos hospitalidad, manduca y bebercio.

Lo peor del día siguiente a la fiesta es recoger. Y me he levantado prontito (como siempre) para hacerlo. Pero antes, he dejado constancia del bodegón botellón con el que amaneció el salón. Mejor no muestro la cocina ...

A todo esto, Kaiser esperando pacientemente a que acabe de recoger todo y le dé su desayuno. Ayer fue el rey de la fiesta.

Aunque al final no fue tan paciente y no pedía, sino exigía ser alimentado. Con estas caritas que pone de westie mosqueado, ¿quien le niega su tazón de cereales? :-)

Hoy se espera mañana tranquila y tarde televisiva, primero veremos a Magic y después El Clásico. Hay domingos que no son tan deprimentes como la mayoría ...