El hombre del salterio

No suelo dar dinero a quien lo pide cuando voy en metro o tren. La excepción se produce en el caso de músicos ambulantes. Tengo cierta simpatía a quien se gana su pecunio ofreciendo música a los viajeros.

El caso es que en la linea 1 del metro madrileño, por la tarde, suele aparecer un hombre de mediana edad, corpulento, con un instrumento rarísimo colgado como si fuera un tambor con cuerdas y dos macillas en las manos. Comenzó a pulsar las cuerdas con verdadero virtuosismo y cuando acabó su pieza todo el vagón le dejó una propina. La verdad es que me encantó.

Investigando luego en el sacrosanto Google, llegué a la conclusión que se trataba de un salterio portatil, un instrumento de percusión que ya se usaba en la edad media y que consistía en una caja rectangular de madera provista de cuerdas metálicas, una para cada nota, que se percuten con unas macillas o con los propios dedos. Al parecer fue el precursor del clavicémbalo, del que derivan otros instrumentos de percusión como el propio piano o el clavicordio.

Más sobre el salterio. Asociación Pro-Salterio Ya!