La pesadilla XXXL

Esta tarde voy a renovar mi fondo de armario XXXL. Se avecinan eventos y mi colección primavera-verano está bajo minimos. Creo que hay pocas cosas que me desasosieguen tanto como ir a comprarme ropa. Voy por absoluta necesidad, porque realmente odio todo el trajín de las compras de ropa. Hace mucho tiempo que no me compro "lo que me gusta", compro "lo que me entra". Ya hemos hablado en el blog sobre lo poco agraciados que somos los gordos para el tema de la vestimenta. Y es que aunque cada vez el mercado esté más segmentado y haya alguna que otra tienda de tallas especiales decente, no es menos cierto que todavía hay muy poca oferta y no precisamente barato. Voy a dejar la tarjeta tiritando y encima no me va a quedar bien la ropa, porque, no nos engañemos, a ningún gordo le queda bien, y yo no seré la excepción.