Disco duro externo

Ayer cometí un pequeño acto de compulsividad consumista y, de manera totalmente sorpresiva y nada premeditada, me compré en el Carrefour por 50 euros un disco duro externo de 300 Gb marca Gulftech (ni su padre la conoce).

Es raro en mí este tipo de compras de tecnología no estudiadas, aunque en este caso el precio actuaba como relativo eximente. La idea es almacenar contenido multimedia que tengo desparramado por mis discos duros internos y los cada vez más ineficientes CD's y DVD's. Lo he instalado y como ya me esperaba, pese a que en la caja ponga que son 300 Gb, en realidad son 280 GB. Claro, no es lo mismo 300 Gigas que 300.000.000 bytes, que es lo que tiene el aparato. Si obviamos este detalle y que el disco duro es lento de cojones narices, de momento funciona bien. Esperemos que no falle, porque ya decía mi abuela que lo barato sale caro.