La soledad del corredor de fondo

Estando solo en la oficina currando, me siento como ese corredor de fondo de mitad del pelotón, solo, sin nadie que te anime ni te diga si tienes buen ritmo o no para llegar a una meta que se ve muy lejana, inalcanzable. Cuesta mucho coger la zancada adecuada. Los kilómetros pasan y cada vez estás más estresado, más psicológicamente cansado, porque cuando corres, el cerebro también trabaja, y no siempre a beneficio de inventario. En fin, debe ser como la crisis de los 36 km en el Marathon, el famoso "muro". Pues yo ahora mismo estoy escalando el muro. Y no se si llegaré a la cima.