Se mira pero no se toca

La desesperación es una muy mala compañera de viaje. Cuando llevas 15 días sin Internet y la cosa no tiene visos de solucionarse, comienzas a toquetear el ordenador con la esperanza de que se arregle por ciencia infusa. En el 99,9% de los casos lo único que se consigue es estropear más la situación. Las manos de un ignorante son la peor de las armas, decía el sabio. Gran verdad.

El caso es que no se me ocurrió otra cosa el fin de semana pasado que pinchar en la placa una segunda tarjeta de red, a ver si el problema estaba ahí. Evidentemente no funcionó. Pero no solo eso, al sacarla y reiniciar tampoco veía la otra. Y ahora estaba sin Internet y sin red. Cojonudo.

Menos mal que los amigos están para las ocasiones. Llamé a mi informático de cabecera que haciéndome un gran favor (y no cobrándome) le echó un vistazo y tras una hora y media de pelea llegó a una conclusión simple pero indiscutible: el router está cascado. Y se puso a toquetearlo hasta que que se dio cuenta que en modo 100Mb no iba pero en modo 10mb sí. Así que he recuperado Internet, toquemos madera, por el momento. La red también la he recuperado, volviendo a pinchar la tarjeta aparecieron las dos de nuevo. Si alguien lo entiende que me lo compre.

Y es que siempre lo digo. No se valora lo que se tiene hasta que te falta. Y cuando se recupera, te das cuenta de lo que necesitas eso que no tenías. Vuelvo a la circulación gente people. Enhorabuena a los premiados.