El verano del perrón
Hay perrones que pasan, valga la redundancia, una vida de perros y que, en estas fechas especialmente, corren el riesgo de ser abandonados por los hijoputas de sus "dueños". La vida es dura. Pero hay otros perrones, verbigracia Kaiserzón, que tiene mucha suerte de haberse topado con unos personajes como la Sra. Bedel y el que suscribe, que incluso son capaces de sacrificar algún viaje veraniego por no dejar al perrón estresado en una residencia canina de esas con barrotes.
Y el caso es que el perrón en verano (yo diría que todo el año) no hace ni el papo. Se le alimenta, se le saca a pasear, se le refresca habitualmente, se le dan mimos por doquier y se juega con él siempre que quiere jugar, ya que estamos todo el día disponibles.
El perrón, aparte de alimentarse, dormir y excrementar cuando debe y donde debe, nos suele devolver la moneda vía cariños, afecto perruno y, porque no decirlo, vía trastadas (algunas muy tocapelotas). Está claro que este perrón ha tenido mucha suerte con nosotros. Y nosotros tampoco nos podemos quejar. Eso sí, el año que viene a la residencia de cabeza, ya buscaremos la mejor de la zona :-).
Etiquetas: kaiser, perron, verano, west highland white terrier, westie
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