Bienvenido Mr. Marshall

Alucino en colores con todo lo que se ha montado por la visita vacacional de Michelle Obama y familia a Marbella. Aunque la comparación está muy trillada, un Bienvenido Mr. Marshall en toda regla.

Ojo, me parece muy bien que vengan y es muy bueno para la zona y para el turismo patrio, una campaña publicitaria impagable, pero la expectación creada es totalmente desproporcionada. Que viene la mujer de Obama y una de sus hijas a pasar unos días, pues muy bien, se les recibe con cariño y cómo buenos anfitriones que somos se les trata con naturalidad, con las lógicas medidas de seguridad pero sin excesivos privilegios tontos y sin catetadas.

Dos ejemplos sin rascar demasiado. No entiendo el cartelito de marras (menos mal que ya lo han retirado)

y tampoco entiendo que narices hacen toda esa gente guardando cola para ver bañarse a una niña.

También leído en Radiocable.