El carnet de conducir en la treintena
A nadie se le escapa que sacarse el carnet en la treintena es más un engorro que otra cosa. Y mi caso no iba a ser una excepción. Y es que uno tiene lo que se merece. Yo, a mis 32 castañas, sacandome el carnet junto a lechones de 18 añitos, y con muchas menos ganas que ellos. De hecho no me gusta conducir. Pero ahí estoy, recibiendo las continuas broncas del profesor por no saber usar el juego del embrague. Hay que joderse.
¿Qué porque me lo saco entonces?. Porque el establishment lo impone. Esta muy mal visto no tener carnet. Y está peor visto defender que un individuo sin carnet puede vivir en occidente. Que sí, que es mejor tenerlo que no tenerlo. Pero se puede vivir sin él. Yo lo he hecho, aunque hay que aguantar el coñazo de que todo el mundo te señale por la calle. Un estigma social más.
Y es que, además, se tiende a pensar que sacarse el carnet es como ir a que te sellen el paro. Y no es exactamente igual. Para empezar esta la edad. A la gente joven, y sobre a todo los varones, se les presupone una atracción sin límite hacia los automóviles (el deseo de libertad, impresionar a las amistades, fardar con la novia, etc). Tambien tienen más reflejos y menos miedo (o prudencia juvenil). Pero cuando ya eres mayorcito, algunas cosas pierden importancia y aparece la desgana.
Total, que en vez de disfrutar, sufro las clases. El sufrimiento es lo que tiene. La unica ventaja es que te da igual dar 20 clases que 46, porque se supone que el nivel adquisitivo es superior (solo es un suponer). Ya llevo 18 y no parece que la cosa vaya muy allá. Seguiremos informando.
1 Comments:
Hola. He llegado a tu blog buscando info sobre la amaxofobia y me gustaría saber qué ocurrió al final con tu carnet y tu destreza como conductor.
Un saludo y enhorabuena por tus interesantes comentarios.
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