Mi nombre compuesto

En el lugar donde nací se estila poner dos nombres de pila. No es que me moleste especialmente, pero hay nombres que pegan muy bien y otros no tanto. A mí me tocó los de no tanto. Y es que forzar tradiciones familiares tiene estas cosas.

Mi nombre es compuesto. El primero es el de mi bisabuelo materno. Pero es que por parte de padre hay una tradición de cuatro generaciones en poner el mismo nombre a los primogénitos. Mi bisabuelo, mi abuelo y mi padre se llaman igual. Y claro, el niño también se tiene que llamar así.

Osea, que mi nombre compuesto es el resultado de una decisión salomónica por parte de mis progenitores. De primero, el de mi bisabuelo materno (las mujeres siempre mandan), de segundo, la cuarta generación paterna con el mismo nombre. Sonar, no suena muy bien, pero original es :-).

Total, que investigando con el sempiterno Google, he encontrado cuatro personas que se llaman igual que yo (alguna más habrá, pero no muchas). Un aleman de procedencia chilena (que por cierto, tiene un blog :-D), un profesor peruano, un escritor argentino y un abogado colombiano. Mira que hay gente rara por el mundo.

PD: Tengo que decir que todos mis amigos y familiares me conocen por mi primer nombre y casi nadie conoce la existencia del segundo. Por separado son más o menos normales, pero juntos no pegan ni con cola.