Cambio de hora
Siempre que hay cambio de hora me surjen las mismas dudas existenciales. ¿A las dos serán las tres?, ¿a las tres vuelven a ser las dos?, ¿hay que adelantar o atrasar? ... Al final el ritual ha sido el mismo de todos los años: Me he levantado, he puesto el teletexto, he visto la hora que es y, a continuación, he cambiado todos los relojes de la casa. Esta vez parece ser que había que atrasar.
Dicen que lo mejor del cambio de hora en otoño es que duermes una hora más. Para la gente que trabaje los domingos quizás sea importante esa horita, pero a mi no me afecta mucho que digamos. Yo duermo las mismas horas, haya cambio de hora o no. Un día con 25 horas supongo yo que tendrá alguna ventaja, pero seguro que a los relojeros no les hará mucha gracia :-).
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