11 enero 2005

No me hagas daño

Mañana tengo sacamuelas dentista. Eso supone que hoy haya estado todo el día intranquilo. Me pasa siempre, porque una de las cosas que más odio en el mundo es que me anden hurgando en la dentadura. Más que odio es miedo, pánico, terror. Y luego está el pecunio, que, aunque no es lo que más me preocupa, no es moco de pavo tampoco. En fin, todo sea por que no me duela en el futuro, así que habrá que atarse los machos y dejarse hacer.



Actualización, Miercoles 11:40: Pues mis peores presagios se han confirmado. Me ha hecho daño, aunque solo estrictamente necesario, según me ha dicho. Estaría bueno que me hiciera daño porque sí (aunque siempre he pensado que todos los dentistas tienen una vena sádica). Ahora estoy con esa sensación contradictoria de la anestesia. Parece que no te duele, pero sabes que cuando se acabé otro gallo va a cantar ...