07 abril 2005

Amaneceres

Son las 7:22 AM y ya llevo dos horas y media levantado. Desde que tengo el nuevo curro es raro el día laborable que no veo amanecer. Prefiero madrugar y trabajar habiendo dormido pocas horas (ultimamente duermo poco y mal) que quedarme por la noche estudiando, con el cansancio acumulado del día.

Estos madrugones me recuerdan mis tiempos de estudiante en la universidad los días previos a los exámenes. Pero son otros tiempos y uno no tiene ni la convicción de antaño ni el vigor juvenil necesario para mantener esos ritmos durante muchos días. Lo que pasa es que más cornadas da el hambre, y eso suple muchas carencias.



Me gusta ver amanecer. Siempre es síntoma de que algo raro o especial pasa. Cuando era joven casi siempre la razón era lúdica, ahora la razón es laboral. Pero aunque estés asfixiado, siempre me tomo 5 o 10 minutos, salgo a la terraza (aunque haga frio) y me quedo observando esa tenue claridad que casi sin darnos cuenta avanza hacía un nuevo día.

Eso sí, nunca me he creido lo que "A quien madruga Dios le ayuda", porque si fuera verdad, estarían las calles llenas a las 5 de la mañana, y ahora mismo miro por la ventana y apenas veo a gente. Va a ser que el personal es muy remolón.

Cosas de los refranes ...