Pena de juventud oiga ...
Esta mañana hemos salido la Sra. Bedel y un servidor a comprar vituallas para rellenar nuestra despensa. Y hete aquí que a la susodicha se le olvidó el pecunio, así que tuvo que subir a casa a buscarlo. Yo mientras tanto me quede esperándola en un parque que tenemos abajo.
En ese impás llegaron cuatro adolescentes sin problemas con sus litronas y demás material radioactivo y se pusieron a beber (sí, a las 11 AM). Hasta ahí nada que objetar, que cada uno haga lo que quiera. El problemita es que comenzaron a reirse de un servidor solamente porque estoy orondo. Comenzaban a hacer comentarios del tipo "mira el gordo ese", y me pedian si tenia una galleta o una chuleta de cordero para darles, entre grandes risas. Así estuvieron un buen rato.
Yo me limité a decir que no tenia eso, esperé pacientemente a la Sra. Bedel y nos marchamos en dirección contraría. Nunca he sido un tipo violento y siempre suelo eludir las broncas, pero es que en esta ocasión con mucho más motivo, ya que no merece la pena que cuatro borrachines hijos de papá niñatos de mierda me joroben el sábado. Evidentemente dijeron la verdad (los niños y los borrachos suelen hacerlo), pero hay que tener más educación. Cuando yo era joven también me he podido mamar como un piojo (nunca a las 11 AM, por cierto) pero no me metía con nadie. Que juventud esta ...
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