03 julio 2006

Lo efímero de la vida

Cuando pasan desgracias como la del metro de Valencia, que no es precisamente un lugar bananero ni nada parecido, es aquí mismito, en occidente, te das cuenta de lo expuesto que estás a la mala suerte, al destino y al estar en el lugar más inoportuno y en el momento equivocado.



Yo que soy usuario habitual del transporte público, lo pienso casi todos los días. Los usuarios de coche, por mucho carnet por puntos que haya, pensarán lo mismo. Y es que nada ni nadie te salvará de estar expuesto a que te caiga una maceta en la cabeza. Por eso es necesario reflexionar sobre la fragilidad de nuestra existencia, e intentar que los problemas del día a día no nos afecten demasiado ...