Kaiser Rulez

Bueno, parece que pasó el peligro. Después de unas cuantas visitas al veterinario (menos mal que lo tenemos cerca de casa), el bicho progresa adecuadamente. Unos pinchacitos por allí, unos muslitos de pollo desmenuzados por allá y unos augmentines por acullá, y la cosa pinta mucho mejor. La verdad es que se le nota mucho cuando esta bien y cuando mal. Cuando se pone terrible, como su propio nombre indica, es que está bien. Que dure.