25 noviembre 2006

Cosas que nunca cambian

Hace un par de días tenía unos grándes planes para hoy sábado. Un plan perfecto. No hacer nada. Pero los malditos deadlines me obligan a trabajar un mínimo de 10 horas este fin de semana. Y como me conozco y se que mañana me voy a agobiar, quizás no sea mala idea currar hoy un rato.

Es curioso que cuando tengo algo que hacer me cuesta mucho más levantarme que cuando estoy ocioso. Seguro que tiene una explicación desde el punto de vista de la Psique. En cualquier caso la mañana la doy casi por perdida, porque tengo hora a las 11 en la peluquería y luego ire a la compra. La tarde vienen a tomar café unos amigos y me da que no voy a estar yo con los presupuestos mientras que en el salón hay juerga.

En fin, me parece que me veo abocado, un fin de semana más, al agobio más absoluto mañana domingo. Hay cosas que nunca cambian.