Nos quedamos en casa

Este año no nos apuntaremos a ningún cotillón de Nochevieja. No nos gastaremos 70 euros por barba en ninguna macrofiesta chupiguay de la muerte. No habrá empujones por llegar a la barra. No habrá matasuegras ni chocolate con churros. No pasaremos frio ni hará falta vestirse para la ocasión. No nos beberemos el nilo ni habrá riesgo de garrafa. No hay grandes planes, ni tampoco pequeños planes. De hecho, solo pensar en tenerlos da una pereza tremenda.

Es cierto que quedarse en casa viendo el especial Bienvenido 2007 de TVE, tampoco es que sea muy alentador. Pero si tres o cuatro amigos se apuntan a tomar algo tranquilamente en casa podemos salvar la noche.

Ciertamente la Nochevieja ya no es lo que era. Hemos pasado del concepto "noche diferente y fiestera, alcoholica y bailonga, divertida y desenfrenada" a "noche de tranqui en casa con amigos". No tengo ninguna duda de la razón. 35 años tienen la culpa.