Visita inoportuna
No puedo explicar porqué estoy apesadumbrado en este momento. Podría ser porque mañana vuelvo al trabajo después de tres días libres. Podría ser porque he sufrido una descompostura esta mañana (no achacable a la cena de ayer, donde me cuidé bastante). Incluso podría haber sido porque me he echado una siesta de tres horas de esas que te sientan fatal. Pero no, no estoy triste por eso. Quizás ayude, pero hay alguna otra razón que desconozco. Simplemente ha llegado el desencanto, esa visita inoportuna que a veces llega sin avisar y no puedes cerrarle la puerta en las narices.
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