18 enero 2007

El hombre tuperguare

Por obra y gracia de mi nueva dieta, vuelvo a tener la necesidad de llevarme al trabajo unos recipientes herméticos de plástico semitransparente con comida dentro. Los conocidos tuperguares vuelven a mi vida.

He llegado a odiar estos adminículos, pero tengo que reconocer que se ahorra dinero con ellos (comer de menú en el barrio donde está mi curro me puede salir 200 euros al mes). La Sra. Bedel se encarga de preparármelos y yo a regañadientes me los llevo.



Mi gran pregunta es la siguiente: