Desilusión ruborizante

Esta tarde en el autobús de regreso del curro. Cuando me voy a bajar, una mujer algo entrada en años pero de muy buen ver, con un escotazo digno de mención, sentada en el asiento que hay en frente de la salida, me hace un ligero y casi imperceptible gesto con la mano como diciendo que me acerque.

A mi me extrañó mucho ese gesto, ninguna mujer desconocida me hace ese tipo de gesto en la calle porque, seamos francos, no soy ningún adonis. Descartando el móvil sexual, solo me quedaba una opción, que fuera una chalada. El caso es que en vez de salir me acerco y ella acerca un poco su cara (uis que raro es todo esto pienso yo) y me suelta en voz baja, casí susurrando, "tiene usted la bragueta abierta".

El autobus típico de la EMT es rojo. Pues así salí yo del autobús, mimetizando mi cara con el rojo de la EMT.