El ocaso de la inocentada

En el tiempo que nos ha tocado vivir, se está perdiendo la inocencia a pasos agigantados. En el día de los Santos Inocentes, hasta los niños son descreídos. Nadie se cree nada, ya no hay candor, nada es sencillo. Todo deprisa, todo ya, infoxicación, Internet, tropecientos canales. Todo a un clic de ser desmontado. Las bromas duran segundos, de hecho, apenas vemos ninguna. Como no te crees nada, todo hay que comprobarlo. Y antes se pilla al mentiroso que al cojo.

Y encima los mass media ya no engañan como antes. Poco a poco se va perdiendo también la costumbre de periódicos y teles de poner una noticia de broma. ¿Para que?, a ver si encima alguien nos va a denunciar y tenemos que pagar un pastón. Además, lo de la broma en periódicos "serios" ya no se lleva, a ver si van a pensar que no somos tan serios como parecemos. Incluso la gala Inocente Inocente pasa sin pena ni gloria con unos shares de hacérselo mirar.

Todavía podemos leer los últimos estertores de esta perdida tradición, sobre todo en periodicos deportivos y gratuitos. Y siempre nos quedará el Alcalde de Lepe, algunos caen hasta el corbejón :-).

En fin, pese al declive, larga vida a las bromas del 28 de diciembre.