Del mal, el menos

Al final he logrado adelantar mucho el trabajo estos tres días y no me llevo a casa demasiado curro para la Santa Semana. El lunes que viene ya llegarán las asfixias, pero he decidido no agobiarme hasta el domingo a las 20:00 h. Así que hace tres horas he comenzado oficialmente mis vacaciones.

Y para celebrarlo me he ido a comprar ropa, porque tengo dos bodas a la vista, la de una amiga dentro de dos sábados y la de mi prima a primeros de mayo. Con mi cuerpo serrano, y pese a que he adelgazado unos kilos, ir a comprar ropa es más un sufrimiento que un placer. Pero esta vez, comprobar que pides una talla menos de pantalón es todo un triunfo. Un par de camisas, algún polo y ropa interior completan el ajuar. Solo me faltan unos zapatos decentes para presentarme en el enlace hecho un pincel.

Este sábado vamos a por la indumentaria de la Sra. Bedel. Que el santísimo nos pille confesados, porque, seamos francos, yo he tardado escasos 20 minutos en elegir 8 prendas pero mi contraria seguro que tarda toda la mañana en elegir una :-). Así son ellas :-).