La semana oculta
Vale, me he pasado el fin de semana a la bartola. Eso era lo bueno del asunto que expliqué el viernes. Lo malo es que la semana que viene voy a desaparecer de la circulación. Me voy a ocultar, no dejaré rastro. Será seguramente hasta el viernes por la tarde. Cualquier noticia sobre mí será pura coincidencia. Me entregaré a la causa como si estuviera en un retiro espiritual del monasterio cisterciense más espartano. Una abstracción absoluta. Ni blog, ni facebook, ni twitter ni nada. Una semana de abstinencia digital.
¿El motivo?. Ya lo sabéis. Entregar trabajo a tiempo. Un día de estos me tendré que plantear si merece la pena que la variable asfixia laboral, la variable ingresos de la nómina, la variable "estamos en crisis y no es momento de experimentar" y la variable "si no cobro un mes me voy al carajo" sean linealmente dependientes.
Etiquetas: desencantos, trabajo
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