Explicar el desencanto
Seguramente hoy no va a ser sencillo. Llevo diez minutos delante del cuadro de texto en blanco y no logro arrancar dos o tres frases inspiradas o mínimamente coherentes de como me siento hoy. No estoy para metáforas. No estoy para giros semánticos ni juegos de palabras. No voy a buscar la belleza de un día para olvidar. No voy a encontrar ninguna letra de canción que me facilite la tarea. Simplemente esto es lo que hay. Un día muy duro, durísimo, en el trabajo. Conforme pasaba el día me he ido desencantando más y luego ha llegado la puntilla. He vuelto a casa haciendo un crucigrama para no pensar, pero nada ha impedido que tras cerrar la puerta me invadiera una sensación total de flojera, de derrota, de bajón. Y todavía no se me ha ido. Seguramente me costará dormir esta noche, mucho más de lo que me cuesta normalmente, que es bastante.
PD: Iba a explicar que me ha pasado hoy con pelos y señales, de hecho había escrito dos párrafos más, pero me lo he pensado mejor y los he borrado. No quiero darme más manija, que diría mi progenitor.
Actualización 18/2/09, 21:26: Muchas gracias a tod@s por los ánimos recibidos. No me merezco los lectores y comentaristas que tengo, todo un lujazo teneros aquí. Gracias, de corazón.
Etiquetas: bajón, desánimo, desencantos, trabajo, tristeza
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