Las vacaciones más necesarias de mi vida

Están siendo unos días muy complicados para un servidor. Como los últimos meses, muy difíciles. No recuerdo, en los casi siete años que llevo en el oficio, un nivel de actividad como el que llevo últimamente, el mes de julio más chungo que he tenido que gestionar. Todo son problemas, todo son dificultades, no hay nada fácil, no llego a los deadlines, hay incertidumbre, mucha incertidumbre. Y además, la jornada continua apenas la he catado desde que empezó en junio y estoy haciendo más horas que un reloj. Y horas de tensión, no horas de trabajo relajado.

Y se nota lo cansado y lo irascible que estoy, lo poco que escribo en el blog y lo poco que estoy en los días de diario en el dospuntocerismo. Aunque intento relajarme, es muy complicado desconectar. Y también hay que tener en cuenta lo mal que lo paso con la ya mítica #bedelasfixia de los domingos.

Mi gran amiga tuitera @lolesmarlo ha escrito en su blog sobre la #bedelasfixia

Pues eso, que se me está haciendo muy largo el mes. Las vacaciones están ya ahí, casi las puedo tocar, pero estoy al límite. No podría resistir seguir currando mucho más tiempo, necesito parar y lo necesito ya. Me quedan 5 días laborables para las vacaciones, con lunes festivo por medio. No me atrevo a decir que lo peor ha pasado, en mi curro cualquier día, a priori tranquilo, se puede torcer hasta extremos insospechados. Solo respiraré cuando el próximo viernes 29 salga por la puerta del trabajo y no vuelva hasta el 29 de agosto.

Estas vacaciones son las más necesarias de toda mi vida laboral. No es el tema lúdico, o el mero hecho de la desconexión, es una cuestión de salud mental. Ya queda menos ...