Pastelitos y chucherias retro
A riesgo de que este blog se convierta en una versión cutre nostálgica de Cuentame, un comentario de la bella y simpar ArisPiQ en un post anterior me ha recordado que tenía en mente hablar sobre los pastelitos y golosinas de mi niñez. Como todo flashback que suelo hacer en este blog, está sujeto a los vaivenes de mi memoria. Ustedes perdonen errores u omisiones.
Es un hecho evidente que hace 25 años poco o nada se sabía del colesterol malo, de los triglicéridos, del bifidus activo y del LK6ymunitas. Sí, lo sabrían los científicos, pero al común de la calle no le llegaba. Y a nuestras progenitoras tampoco. Así que a ellas no les preocupaba especialmente que sus retoños deglutieramos todo tipo de guarrerias, bollería industrial, pastelitos, chucherias y demás productos que hoy en día tienen muy mala prensa y son poco menos que un atentado a la buena nutrición. También nos metiamos entre pecho y espalda inmensos y sanos bocadillos, pero las cosas como son, algún pastelito de estos ha caido en recreos, meriendas y fiestas de guardar.
Porque aunque fueran malos, se comian, hay que admitirlo. En cuanto a lo que genericamente se denomina bollería industrial, había dos tipos de productos estrella, a saber, los pastelitos y la bollería genérica. En el primer grupo podemos englobar los famosísimos productos de Bimbo, los Phosquitos (regalos y pastelitos), el Bony, el Bucanero, El Tigretón, La Pantera Rosa, el Tarzán, el Vicky el Vikingo, Mi merienda (bollo y chocolatina por separado), los Bollicaos y un largo etc. de bollos industriales, a cual más perjudicial, pero que rompian la pana. La ventaja de estas bombas de relojería es que traian cromos, figuritas de plástico, tazos y un sin fin de regalitos. Notar que el sobrecito en el que venía el cromo metido se embadurnaba de chocolate hasta extremos insospechados. El pringue estaba asegurado.
En un segundo lugar encontramos la bollería genérica, donde el chocolate solía ser el rey. Quien no se ha comido alguna vez alguna de estas delicatessen: los legendarios donus (nada de la yankilada de los Dunkin Donuts, los donus de toda la vida), los famosos cuernos rellenos de chocolate líquido, los inmensos triángulos (también conocidos por cuñas) con crema por dentro (te quitaban el hambre para todo el día), las cañas, las archiconocidas palmeras de chocolate, y demás contenedores de colesterol.
Por otro lado como olvidar las chucherias. Siempre han existido, pero en aquella epoca la variedad de productos era muy reducida. No existian tiendas especializadas ni los 500 tipos de chuches de diseño que hay ahora, no había ni werther's originals, ni ferreros rocher, ni huevos Kinder, ni leches. Los reyes de aquella época eran los mundialmente conocidos Chupa Chups, los legendarios sugus de suchard (a poder ser, los azules o los verdes, que me encantaban), los entrañables palotes (también con regalos si juntabas muchos envoltorios), regalices y todo tipo de chicles cheiw (con muchísima azucar y ácidos como la madre que los pario) o bazoka. Luego había cosas más heavy metal como los espectaculares Petazetas (este producto merecería un post aparte para él solo) o los no menos famosos caramelos de Cuba Libre de 1 peseta (que la leyenda infantil sostenia que tenian alcohol). Cosas más estravagantes como los cigarrillos de chocolate (hoy en día prohibidísimos por psicologos y creadores de campañas anti-tabaco) y unas bolitas de anis, que nunca me gustaron pero tenian mucha aceptación, sobre todo entre las féminas (nunca entendí del todo porque).
En fin, los que sois padres o lo seais en un futuro más o menos lejano no dejareis que vuestros hijos ni huelan nada de esto, pero en su época, era lo más normal del mundo. Como cambian los tiempos ... :-)
PD: Os recomiendo un gran post de hipocondria demagógica, Top 10 pastelitos.
2 Comments:
Sólo quiero decir lo que es un gran blog ha llegado hasta aquí! He estado alrededor durante bastante tiempo, pero finalmente decidió mostrar mi aprecio por vuestro trabajo! Pulgar hacia arriba, y mantenerlo en marcha!
Tengo algo de sabiduría maravillosa.
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