22 marzo 2005

La mala decisión

Hay veces que se cometen errores. Todos los cometemos en algún momento de nuestra vida. Errores pequeños, errores grandes, errores intrascendentes o errores que te afectan de manera muy crítica en tu vida. Es lo normal. Cometer errores y aprender de ellos para no volver a cometerlos.

Si tuvieramos una bola de cristal para darnos cuenta de como nos afectarán las decisiones que tomamos en la vida, lógicamente la cosa perdería gracia. Pero para alguien como yo, que, como norma general, no hago más que elegir la opción que menos me conviene, esa bola de cristal me ahorraría estrés, asfixia, dolores de cabeza y malestar general.

Hoy me he dado cuenta definitivamente que he tomado una mala decisión. No tenía que haber cogido el trabajo en el que estoy metido. No disfruto con lo que hago. Es un sufrimiento continuo. No estoy aprendiendo lo que estudio porque estudio para "salvar" una clase, no para aprender. Estudio al día y a contrarreloj. Me tomo el trabajo como si me fuera la vida en ello, y meto las horas que hagan falta (casi todas las que tengo) para hacer algo digno. Horas que nunca me pagarán, y dignidad que no creo que consiga.

Tampoco puedo tirar la toalla ahora. Hay que tirar para adelante. Me equivoqué y pagaré por ello. Me esperan dos meses muy jodidos. Me lo merezco, por gilipollas.

¿A alguien le sobra una bola de cristal?