22 mayo 2005

Eurovisiones

Ayer estuve en un evento con mis amigos. En concreto, la celebración del cumpleaños de uno de ellos. Hay que decir que me lo pasé bastante bien, lo cual, en los tiempos que corren, es todo un logro.

La idea era ver el fútbol mientras cenábamos, pero, sabiamente, enseguida nos dimos cuenta que era una pérdida de tiempo y decidimos, con muy buen criterio, tragarnos inmisericordemente el festival de Eurovisión. Sabia decisión.

Ver el festival de Eurovisión con los amigos es un clásico. Las canciones nos importan un pepino, mayormente. La idea es poner a caer de un burro trajes de presentadoras, corbatas de presentadores, peinados de ambos, belleza de todos, estilismo y decorados, la gala en sí, la presentadora de TVE, nuestra canción, las canciones de los otros paises (que siempre llegamos a la conclusión que son todas malísimas) y en general todo lo que sea susceptible de ser criticado. Como toque cromagnon hay que decir que cuando salía una tía buena (en menor medida un tio bueno porque las chicas eran minoría) también se comentaba con profusión de adjetivos.


Foto: Terra


Y luego están las puntuaciones. El plato fuerte de todo este invento. No teníamos ni idea de las canciones y nos importaban un carajo, pero ese "guayominí, du pua, iunatid Kindom, two points" es la esencia de todo este invento. Yo creo que nos gusta tanto porque lo hemos mamado desde pequeños y esos recuerdos se quedan en el bulbo raquideo.

El caso es que como España estuvo más bien tirando a flojita y si no llega a ser por los vecinos (Andorra nos dio twelve points, como se nota el mercado :-D, Portugal y Francia también se acordaron) nos quedamos con un cero patatero. En fin, que no pudimos sacar las banderas patrias ni nada y la cosa no estuvo muy emocionante. Las chicas de Son de Sol lo intentaron, pero no se, me tenían que haber hecho caso, y tenían que haber ido las Supremas de Mostoles, que iban a quedar igual de mal pero por lo menos nos reíamos mucho más. El frikismo siempre es un grado.


Foto: Terra


Al final ganaros los griegos, que tenian un par de poderosas razones para hacerlo. En fin, el año que viene más.