14 noviembre 2005

Porque ya no voy al SIMO

Cuando mantienes desde hace año y medio un blog como éste, de publicación diaria, a veces pecas de repetitivo, de pesado. Es normal. Es muy dificil ser totalmente original en cada entrada y mi vida tampoco da para tanto, asi que los temas, aunque no quieras, se repiten.



La reflexión anterior viene al hilo de que iba a postear sobre el SIMO, esa feria de pantallitas que tanta fascinación producía en mí cuando era un lechón y que mañana abre otra vez sus puertas. Iba a comentar que hace unos años el SIMO era para mí algo importante. Iba no menos de dos o tres días completos, asistía a kedadas de IRC allí mismo, me pateaba todos los stands, toqueteaba todos los gadgets habidos y por haber, jugaba a todos los juegos y no toqueteaba pero miraba con abundante babeo a las azafatas. Incluso iba (de motu propio) a las jornadas técnicas. Llegaba a casa machacado con 40 bolsas de publicidad y sonrisa de felicidad por ver las últimas novedades.



Pero esto ha cambiado radicalmente. El SIMO me ha dejado de Interesar. Tenía pensado explicar porqué el SIMO ya no me llama la atención, pero súbitamente recordé que yo había escrito ya algo parecido hace tiempo. Una pequeña búsqueda y evoilá, el mismo post escrito el año pasado. No me explayaré más, para alivio de todos ustedes.