Niebla y madrugada
Fiel a mi costumbre, aquí estoy yo a las 7:30 AM con los ojos como platos y sin saber muy bien que hacer a estas intempestivas horas de un sábado festivo.
No puedo estar despierto en la cama, es superior a mí. Tengo que levantarme. Me hago un cafe calentito y busco el Zen. Suena Mellon Colie and the infinite sadness. Salgo un momento a la terraza a respirar profundamente. Hace frio y no duro mucho allí, me refugio detrás de la ventana. Ayer encendieron la calefacción central pero no se nota demasiado, así que completo mi atuendo pijamil con una sudadera. Me paso un buen rato mirando por la ventana la madrugada, oscura y con niebla.
Kaiser corretea en silencio por el salón y fuera solo se oyen pajaritos y algún lejano motor de coche. Un buen momento para reflexionar sobre tu mundo y tus desencantos tranquilamente. Más tarde llegarán las rutinas de los sábados, pero ahora mi tiempo es solo mío. Levantarte tan temprano te da una, quizás falsa, sensación de que estás aprovechándo la madrugada, aunque solo sea para no hacer nada ... y fuera la niebla es aun más densa ...
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