El caos y el orden

Aparte de ser un álbum de Luis Auserón (como te queremos Luis), el caos y el orden son los dos polos opuestos de mi mesa de escritorio, de mi ordenador, de mi casa y, porque no decirlo, de mi vida en general. Todos son sistemas complejos y, mal que me pese, la gestión de la complejidad nunca fue mi fuerte. En mi cabeza hay mucho caos donde debería haber algo más de orden y en mi existencia hay demasiado orden donde sería conveniente que hubiera un poquito de caos.

El orden maneja mi existencia. Horarios, rutinas, todo en su sitio, todo en su lugar, poco a la improvisación, casi todo a la reflexión. Pero esta ordenada y aburrida vida quizás necesite deconstruirse un poco (como la tortilla de patatas de Ferrán Adría), caotizarse, desconfortabilizarse, inyectarse unas dosis de riesgo calculado.

No es fácil incorporar caos al orden para conseguir un sistema equilibrado. ¿Alguien sabe como puedo convertirme en un conjunto de Mandelbrot?