16 julio 2008

Reflexiones sobre el News-crossing

Es bastante usual que la gente deje en el tren, el autobús, la sala de espera o metro el periódico gratuito una vez lo ha leído, para que otro mortal pueda leerlo a su vez y así sucesivamente. Incluso desde RENFE se apoya tal comportamiento habilitando unos modernos y, para mi gusto, poco útiles dispensadores. Yo también lo hago, como usuario concienciado que soy del transporte público. Y es lógico, algo que no te cuesta nada adquirir, no te cuesta nada regalar.


Foto: Chesi Blog

Pero voy un poco más allá. Yo no solo dejo los gratuitos, sino también el de pago, evidentemente solo en el caso de que lo haya leído u ojeado lo suficiente como para decidir que ya no voy a hacerlo más. Estoy acostumbrado a leer los gratuitos a la ida al curro y uno de pago a la vuelta. Y en el 90% de las ocasiones, cuando llego a la estación de destino lo dejo para que alguien pueda leerlo.

Algun@ diréis, pues vaya forma de regalar un euro ... A mi no me lo parece. El euro lo he aprovechado leyendo el periódico, ya está amortizado cuando acabo de leerlo. Un periódico, una vez leído u ojeado no es más que papel. Y el papel de periódico, salvo honrosas y escatológicas excepciones, no hace más que molestar en casa. Si tuviera que consultar algo del periódico del día, tengo Internet para hacerlo.

Es curioso que hace no muchos años dejar un periódico en la calle sin más, tras poco de comprarlo, fuera una rara habis avis (Gracias Bruxa). Mucha gente, y mi casa no era una excepción, acumulaba ingentes cantidades de periódicos y revistas en casa, convirtiendo alguna habitación poco transitada en algo parecido a una hemeroteca casera. Las cosas han cambiado bastante, y no es la primera vez ni la segunda que me encuentro prensa del día y de pago en el tren o el autobús.

Esto sería una especie de News-crossing efímero, con caducidad diaria.

Etiquetas: , , , ,