El retrovisor desencantado (I): La Piñata
Comienza nueva sección en la bitácora. En "El retrovisor desencantado" voy a desempolvar y recuperar de mi abundante archivo fotográfico personal aquellas fotografías de mi más tierna infancia lechona que sean curiosas y que tengan una historia detrás.
Para abrir sección he elegido ésta: La Piñata.
Año del señor 1979 (cálculo aproximado). En las fiestas del pueblo, el concejal de festejos organizaba para la juventud lechona unas actividades infantiles de lo más costumbristas, carreras de sacos, tirar de la cuerda, bolos, tirar una azada a ver que niño la tira más lejos y, por supuesto, el plato fuerte era la GRAN PIÑATA POPULAR.
Y no era cualquier Piñata no. Era una piñata Heavy Metal. Los Sorianos para esto son muy suyos. Si hay que hacer una piñata, hagámosla a nuestra manera :-). Aunque no se ve en la foto, colgados de una soga había tres botijos llenos de caramelos. Si, sí, botijos de cerámica. No eran botijos convencionales (tan gruesos como los normales) pero había que darle bastante fuerte para cascarlos. De ahí lo de llevar casco, porque si se cascaban en tu cabeza te podían hacer un estropicio. Notar la dificultad de ir con los ojos vendados. Te dan unas cuantas vueltas y a darle al botijo, si es que sobrevives claro :-).
Evidentemente estas piñatas hoy en día, con la sobreprotección infantil, serían impensables. Las de ahora son una auténtica mariconada, tirar de una cuerdecita una cajita de cartón :-). Las de antes eran piñatas donde te jugabas el físico. Pero no solo había peligro para el participante, yo he visto como algún organizador se llevaba un palo en la cabeza que le tuvieron que poner puntos.
Ainss, que recuerdos piñateros ... :-)
Etiquetas: costumbrismo, lechonez, nostalgias, piñata, pueblo
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