Vidas paralelas
Hoy he comido en frente de una mesa en la que estaba otro señor, más o menos de mi edad. Llevaba un traje que le quedaba algo pequeño y una corbata que se la debió haber regalado su peor enemigo. Estaba solo, serio, aburrido, con la mirada perdida, intentando sobrellevar una vida que parece que no disfruta en demasía. Me dió la impresión de que había un espejo, aunque con una sutil diferencia ... mi corbata era mucho más bonita que la suya.
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