18 octubre 2005

I must improve my english

Vuelvo a pasarme por el ciber de al lado de mi curro para echar un rato a las teclas del palo lúdico (porque del palo curro, llevo echándolas toda la mañana y lo que me queda de tarde). Tras las celebraciones y estipendios recibidos volvemos a la rutina cotidiana, lo que tampoco está tan mal después de todo.

Bueno, al tema. Hoy me he dado cuenta que no tengo ni puñetera idea de inglés. Ya lo sospechaba, pero hoy ha sido la puntilla. Pese a estar muchos años estudiando la lengua de Shakespeare (pronunciado saquespeare) y haber asistido hace relativamente poco tiempo a un curso, cuando pones en acción tus limitados conocimientos te das cuenta de tus limitaciones.

Y es que estaba comiendo en una pizzeria cercana a mi trabajo, más solo que la una, cuando entra una chica guapa y joven, de no más de 25, con un niño pequeño y se sientan en la mesa contigua. Cuando hay un niño pequeño de por medio enseguida puede surgir la conversación, y surgió, porque el niño no hacía más que mirarme y hablarme en algo que yo supuse que era inglés. La madre me confirmo el particular. Me invitó a compartir su mesa (ella tb estaba sola) y comenzamos una charla que me costó bastante seguir. La mamá era de Birmingham, muy simpática y se reía mucho cada vez que yo le pegaba un patadón al British Dictionary. Yo hice lo que pude, que no fue mucho, pero al final nos medio entendimos.

Ahora comprendo la importancia de los idiomas. Más que para hacer negocios, sirve para ligar con mamás jovenes extranjeras :-) (esto último es de coña, yo soy el anti-ligón por naturaleza).