23 diciembre 2005

Guardalo con amor

Sin duda estoy viviendo dias muy movidos. Hoy, sin ir más lejos, he tenido reunión con los jefazos por la mañana, luego comida de empresa y por último copitas y concierto. Pero como diría un forense, vayamos por partes.

Reunión: no fue mal, aunque tampoco bien. Ni bien, ni mal, sino todo lo contrario. Lo malo de estas reuniones es que entregas trabajo, que te ha costado sudor sacar adelante, y sales con más trabajo del que entraste. Un clásico.

Comida de empresa: Fuimos a un espacio fashion que te cagas de comida de autor con pretensiones de cercanía al viandante con no muchos posibles. A este. Al final la experiencia culinaria me dejó un sabor agridulce, por un lado me parecio original y por otro me quedé con hambre. Una de dos, o las raciones eran minúsculas, o yo soy un tragón. O las dos cosas.



Concierto: Los Ronaldos han perdido esa frescura de adolescencia descarada, pero por contra se nota mucho las tablas que tienen y su solidez en el escenario. Esta noche en Divino Aqualung han cerrado la gira con un concierto bastante decente, en algunos momentos brillante. Se llenó la sala para ver a Coque y sus compañeros, y como invitado el gran Ariel Rot. Estuve por alli, primero cerquita del escenario, y luego en la barra de atrás, donde no se veia un carajo (sigo manteniendo que la sala Aqualung es una mierda para conciertos) pero nos apretamos unos minis como en mis viejos tiempos de consumidor moderado de alcohol. Tocaron hora y media con tres bises y la gente se machó contenta. A mi no es que me apasionen, pero te sabes casi todas las canciones y estuvo entretenido.

Bueno, me voy al sobre, que mañana curro, a todo esto. Con Dios.