El reto de este finde

En estos momentos debería estar contento. Los viernes por la tarde después del curro es lo que toca. Un fin de semana por delante debe ser razón más que suficiente para alegrar a cualquiera. Pero no, no estoy contento. Estoy cansado, psicológicamente agotado de una semana, una más, para olvidar en el trabajo.

He intentado sobreponerme a la adversidad durante estos días, intentando desconectar cuando llegaba a casa, obviando el tema en los posts del blog, no transmitiendo a la Sra. Bedel el mal rollo. Pero no se puede luchar contra los elementos, negar la evidencia pasa también su factura.

Los problemas en el curro se multiplican y, aunque no pretenda emular a la Pitonisa Lola, la verdad es que no veo nada claro el futuro laboral en mi situación actual. Estoy, de hecho, bastante decepcionado porque uno pone todo de su parte, toda su profesionalidad y sus ganas de hacer las cosas bien, pero el entorno solo te devuelve problemas y zancadillas.

Debe ser relativamente normal que a la gente no le guste su trabajo (eso dicen las estadísticas, ganarás el pan con el sudor de tu frente ...), pero lo que ya no es tan normal es que aun no gustándote tengas que luchar contra los elementos. Entonces ya no escalas una tachuela de 4ª categoría con una Cervelo, subes el Alpe d'Huez con una BH de paseo.

Tendré que reflexionar sobre el particular, hay que pagar las facturas y el alquiler, pero no a cualquier precio, todo tiene un límite. Sin embargo, antes de eso debo afrontar un reto este fin de semana, lobotomización cerebral y autista hasta el lunes. Difícil empresa ...