29 enero 2012

El maldito cierre

Los que sois de mi gremio, el de Administrativo-Contables comemarrones y pringues varios de oficina, sabéis perfectamente que enero es uno de los meses jodidos del año, de hecho creo que el más jodido. ¿Y eso por qué?, preguntarán los no iniciados. Pues básicamente porque hay que currarse el cierre del ejercicio. Son momentos de mucha tensión, sobre todo porque históricamente se apura tanto el cierre que luego vienen las prisas y es imposible no tener estrés. Aunque te lo prepares con tiempo, aunque digas "este año no me va a pasar", la verdad es que vuelves a sufrir, incluso más que años anteriores, en una suerte de Déjà vu infernal. Facturas de últimísima hora, llamadas con proveedores y clientes que se duermen en los laureles, mucha gestión para cerrar asuntos. Marrones, marrones, marrones. Esto es así.

Este año estoy sufriendo mucho el cierre. De hecho, todavía quedan dos días de sufrimiento extremo, el viernes me fue imposible cerrar el 390 y lo tendré que hacer el lunes a contrareloj y con la presión del deadline encima. Todo esto hace que llegue a casa con un cansancio y unos niveles de estrés importantes. Porque las cosas están cómo están, pero no hay día que no se me pase en algún momento por la cabeza echar el cierre yo a mí mismo. Lamentablemente eso solo pasará si me toca el euromillones y las probabilidades son ínfimas ...

PD: La #bedelasfixia no faltará hoy.

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