El loco del autobús
Pues parece que tengo imán para atraer a todos los borderlines, locos y psicópatas del transporte público madrileño. Hay que jodense. Vamos con la historia. Resulta que monto hace un rato en el autobús para casa, después de una durisima jornada de trabajo, aunque contento por empezar #elmejormomentodelasemana, y yo como siempre absorto con el móvil. De repente noto como alguien se acerca demasiado a mí.
Le miro, varón joven, bien vestido, de complexión fuerte y mirada penetrante. El tío va y, ni corto ni perezoso, levanta su brazo y me toca el pelo. Mi reacción es apartarle el brazo, sin agresividad pero con firmeza. El sujeto va y me pregunta "Cómo te llamas?", e intenta tocarme el pelo por segunda vez. Le digo sin gritar pero con voz decidida "Déjame!", y le vuelvo a apartar el brazo. Parece que esta segunda negativa le cabrea, y vuelve a preguntar mi nombre insistentemente, mientras intenta tocarme el pelo por tercera vez.
En el ínterin, el autobús entero, como no podía ser de otra manera, observando atentamente esta kafkiana situación. Pienso para mí, "cómo no hemos salido, el conductor lo mismo le dice algo al loco éste", pero no, el conductor no dice nada. Y el individuo sigue al lado mío preguntándome mi nombre. Vuelvo a pensar, "le voy a decir un nombre, a ver si me deja en paz", y voy y le digo el primer nombre que se me ocurrió "Pepe".
El tipo cuando le digo el nombre inventado se queda un momento parado, como una estatua, da un paso atrás y empieza a gritar, a gritar muy fuerte "Pepeeeee, Pepeeeee, el pelooooooo, Pepeeeeeeeee, el pelooooooooooooooooooo". Dios mío.
Después de 10 segundos de zozobra en el autobus, por fin el conductor hizo un ademán de intervenir, pero en ese mismo instante, el loco se sentó en frente mío y se quedó totalmente callado y absorto en vaya a saber que pensamientos. A todo esto yo acojonado. Arranca el autobús y el loco sentado sin decir palabra. Yo con el móvil como si no hubiera mañana y, por supuesto, tuiteando el incidente (ante todo el #socialmedia). De refilón también controlaba las manos del personaje, no fuera a ser que intentara algo.
El resto del viaje pasó sin decir una sola palabra. Yo valoré seriamente bajarme del bus, pero al final decidí aguantar el chaparrón. Desafortunadamente para mí y para mi acojonamiento, se bajó un poco antes que yo. Pero justo cuando se bajaba y antes de arracar el autobus, oigo que vuelve a gritar "Adioooooooosssssss Pepeeeeeeeeee" .... escuché alguna risa dentro del autobús, pero a mí no me hizo ninguna. Pocas bromas con las psicopatologías.
PD: Demostrando que atraigo a los borderlines, aquí otras dos experiencia similares contadas en esta vuestra bitácora, una historia para no dormir en el cercanías y otra similar en el metro. Es lo que tiene pasarte dos horas y pico al día en el transporte público de camino y vuelta del trabajo y pateando las calles de la capital del reino. Hay mucho colgao ...
Etiquetas: borderlines, colgaos, desequilibrados, locura, transporte publico, urbanita
3 Comments:
Lo mio es peor atraigo a la gente rara vease machos de otra nacionalidad he vivido desde romances (por parte de ellos, yo ni les miraba) con un yonki y un hindú estilo apu de los simpsons que me enseñaba en su movil bailes raros estilo bollywood, vamos era verles y cambiar de autobús...menos mal que ya no viajo en transporte para ir a currar...
Y ya para desgrasar....te pongo este video para que al menos te rias...
https://www.youtube.com/watch?v=RAl8c5G7lrw
SE ME HA PARAO EL PELO, SE ME HA PARAO EL PELO ¿QUE HORA SERÁ?
Después de leer estas tres historias es verdad que debes plantarte que por algún motivo los atraes.
Como te dije en twiter, creo que es amor. Y esta vez lo pongo sin h para no herir susceptibilidades. XD
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