Kedada en Marbella (II)
Segundo y último post dedicado a la Kedada relámpago en Marbella de mediados de agosto, y de la que escribí hace unos días la primera parte.
El segundo día de Kedada lo dedicamos en exclusiva, y nunca mejor dicho, al entorno de Puerto Banús.
Cómo podréis suponer, es un lugar muy particular. La quintaesencia del pijerío patrio, mucho postureo, mucho cochazo, mucho turista extranjero con la billetera floja, mucho de todo. Si se me apura incluso algo grotesco en algunos modos y no pocas maneras, en la exposición pública y sin tapujos del vil metal, en la ostentación sin ningún tipo de complejo. Estoy seguro, y me consta, que hay de todo, hay gente normal que, si bien tiene un estatus alto, vive o veranea ahí pero no entra en este colectivo. Y luego también hay mucho friki con pasta que le gusta demostrarlo. Es un sitio sin duda muy curioso, de contrastes.
Empezamos la visita dejando el coche en un parking público, ya que no había ni un solo sitio de aparcamiento libre en la calle. En este lugar aprendes rápido que todo cuesta dinero, y no poco. Cómo íbamos en plan low cost, pues esas cosas se miran. Enseguida te das cuenta que estás en otro mundo. Los cochazos los ves por todos los lados, y las tiendas caras, también. Del personal, no hace falta que os diga nada.
Cómo estábamos sin desayunar paramos en una terraza de la plaza Antonio Banderas a asentar el estómago. Después de avituallarnos, enfilamos directamente al puerto, con la playa a la izquierda del paseo marítimo. La Playa tenía muy buena pinta y sacamos un montón de fotos, aunque no hubo tiempo de darse un chapuzón. Llegamos también al faro de Marbella, donde las vistas de la playa y el mar eran espectaculares. Luego fuimos directamente al puerto, con un sol de justicia ya que eran prácticamente las 2 de la tarde. Ahí evidentemente cayeron las típicas fotos con el yate de turno al fondo. Son ineludibles :-).
Para cerrar la visita, fuimos a la calle de las tiendas caras, que da justo al propio puerto. No paramos de ver cochazos y la verdad es que son muy pintorescas. En una de ellas, una tienda de relojes, entraron mis compis de kedada a curiosear y a comprarse un reloj y yo, que estaba en ese momento en el escaparate, con aire acondicionado alli tranquilito, entré también a ayudar en la decisión. De repente el empleado morenito, vestido cómo si fuera a una fiesta, va y me saca una silla para que me siente. Solo faltó el Cava para que me sintiera cómo Julia Roberts en Pretty Woman.
Tras acabar el paseo nos fuimos a comer posiblemente al restaurante más barato de Puerto Banús #ahílodejo :-P, y luego rematamos con el obligatorio Häagen Dazs, antes de emprender la vuelta. Tras unas cuantas horas de coche, con parada técnica incluida a mitad de trayecto para una improvisada Kedada con más gente, llegamos de madrugada a casa. Fue un viaje cortito y una pequeña paliza de coche, pero nos lo pasamos muy bien, desconectamos un par de días e hicimos algo diferente, que era lo que se pretendía.
Etiquetas: bellezas, costa del sol, desconexión, kedada, marbella, vacaciones
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