No jugamos a nada

Ayer el Atleti nos sobó el morro. Ni más más, ni más menos. Lo comentabamos ayer por la mañana en animada tertulia en la peluquería, ese pozo de sabiduría futbolera. El Atleti tiene muchas papeletas para ganarle al Madrid en el Bernabeu. Y acertamos de pleno. Tampoco era muy difícil, el partido tuvo poca historia. El Atleti esta fuerte, es rocoso, está bien armado atrás, no tiene fisuras. Todos corren, todos trabajan, y alguno hasta la toca bien, cómo Diego Costa. Y es que la impronta del Cholo Simeone se está notando y mucho. Serio aspirante a la liga, porque el Barça, aunque sigue ganando, comienza a notársele el desgaste.

Morata, de lo poco salvable ayer. Foto: Facebook del Real Madrid

El Madrid sin embargo no sabe donde está. No jugamos a nada. Antes con Mou por lo menos sabíamos defender. Ahora no sabemos ni defender ni atacar. Y, lo que es peor, no hay centro del campo. A base de destellos de calidad de nuestras estrellas se puede apañar algún partido (alguno que yo me se también diría "Y con los árbitros") pero a la larga, si te saben tapar los huecos y no te permiten el contragolpe, pues hacemos un pan con unas tortas. Contra el Elche ya vimos por donde iban los tiros, pero ahora están ya todas las cartas sobre la mesa.

Barrunto aguas movedizas si la cosa no mejora a corto plazo. El proyecto de este año del Madrid, por jugadores, es más que interesante, pero Ancelotti de momento no ha hecho un equipo, hace alineaciones y cambios. Y algunos muy dudosos, porque cambiar a Isco por Morata y no por Benzemá, que está más perdido que Marco en Argentina, solo se le ocurre al que asó la manteca. Por cierto, Morata, jugadorazo.

El problema de Carletto es que el Madrid no espera. Aunque ya sabemos todos que la culpa no es mayormente del entrenador, mucha la tiene el que se sienta en el palco.