27 mayo 2005

Experiencia mística

Lo voy a contar sin florituras ni metáforas, así en crudo. Esta tarde, después de salir del curro y mientras estaba en una terracita con una amiga, he recibido de las alturas una tremenda, asquerosa y abundante cagada de paloma que se ha ido a alojar en mis pantalones. Mi amiga se ha descojonado, mientras yo, con mucha compostura eso sí, me aseaba en lo posible con unos pañuelos de papel. Dantesco.