02 diciembre 2007

Enemigo invisible

Podéis acusarme de cascarrabias, pero cada vez me hace menos gracia la tontería del amigo invisible con los compañeros de trabajo (y jefes) de la empresa con motivo de la tradicional comida de navidad. En años anteriores he superado el trance más o menos airosamente, después de haberme roto la cabeza pensando, pero este año vuelvo a estar descolocado.

Me ha tocado el "chico para todo" de la oficina, un becario jovenzuelo de unos 20 años, que no catalogaría ni de alternativo ni de pijo, sino todo lo contrario. La verdad es que apenas le conozco y no tengo ni pajolera idea sobre que se le puede regalar. El límite del regalo son 20 euros. Ayudad a este pobre blogger confuso. Se gratificará.


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