Restaurantes pequeños
Siempre me han gustado los restaurantes pequeños. No digo exclusivos, digo pequeños, puede ser una pequeña pizzería o una tasquita. Todos tienen un encanto especial. Conseguir sentarte en una de sus cuatro o cinco mesas te da una aparente sensación de privilegio y compartir al camarero con menos gente de la habitual hace que los platos fluyan sin esperas. El ambiente suele ser sosegado (nada que ver con los niveles de ruido de los restaurantes de menú y mucha rotación) y te puedes dedicar a disfrutar de los platos en vez de engullirlos crispadamente.
Etiquetas: encantos, estrés urbano, restaurante, sosiego
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Restaurante Maricastaña. 6 mesas en el Castaño del Robledo, Sierra de Aracena y Picos de Aroche, Huelva, España.
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