05 diciembre 2008

Amigo invisible 2008

Pues sí, un año más llegan las Navidades y llega, sin solución de continuidad, la comida de navidad de la empresa y, dentro de ella, como no podía ser de otra manera, los amigos invisibles, todo un clásico del submundo laboral en estas fechas tan señaladas. Hoy ha sido el evento y, la verdad, me he puesto las botas, que para eso nos invitan a un buen restaurante y encima paga el jefe.

Ya he comentado otras veces que esto del amigo invisible es, cuando menos, un ejercicio de maquiavelismo digno de mejor causa. Vamos, que quedar bien con un regalo de entre 20 y 30 euros y que sea original y guste a quien se lo regalas es, en casi todos los casos, tarea muy complicada.

Pero este año me lo he tomado con mucha filosofía y he ido a lo práctico. Me había tocado una compañera muy joven, de veintipocos años. El primer envite estaba salvado, por lo menos no me ha tocado mi jefe, de largo el regalo más difícil, pero lo que me quedaba por delante no era moco de pavo, ¿Que le regalo yo a una chavala joven que apurando un poco podía ser casi mi hija?. Somos de dos generaciones diferentes, de sexos diferentes y yo soy a sack of potatoes haciendo regalos ... Lo dicho, no pintaba muy bien.

Al final tiré por la calle del medio. No tenía muchas ganas de pensar. Un libro y tirando millas. Concretamente, este libro, La elegancia del Erizo.


Imagen: Leergratis.com

No lo he leído pero cotilleando un poco por la red llego a la conclusión de que puede estar bien. Lo bueno de regalar libros es que si le gusta al agraciado/a, pues miel sobre hojuelas, y si no, pues o bien se lo endiña a otra persona o bien decora mucho en la repisa del salón.

Por otra parte a mi me hicieron dos regalos. En el amigo invisible me toco como agasajador el segundo de abordo de mi empresa. Como sabe que me gusta la Fórmula 1, me regalo este kit de cochecito de F1 con imán para coger clips y llavero a juego. Me gustó bastante, lo reconozco.


Con su cajita y todo, que mono.

El regalo corporativo fue una corbata de Artesanos Camiseros. Si bien no es un regalo original, por lo menos es útil, porque me ahorro comprarme una corbata cuando tenga que renovar el fondo de armario. El color me gusta, un oscuro, discreto y aburrido azul. Como servidor. Enhorabuena a los premiados.


La corbatita de marras.


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